Un día cualquiera en mi cocina

Mi cocina la defino como Vegetariana Rústica No estricta, porque me gusta trabajar con elementos naturales frescos y con una mínima elaboración o refinamiento y porque de vez en cuando el pescado y marisco son parte del menú.

Todo plato tiene un grado de elaboración y si una receta lo precisa respeto esa elaboración, pero en cuanto a presentación e ingredientes mi sello es la simpleza. En cuanto a ingredientes prefiero la harina integral, las hierbas frescas o secadas por mí, frutas y verduras frescas aunque tengo claro que las que puedo obtener están lejos de serlo en el sentido antiguo de fresco, ya que pasaron por frigoríficos y otros procesos de conservación.

Estoy últimamente trabajando con la idea de auto gestión, en parte se trata de diseñar formas de evitar el consumo excesivo, ahorrar y usar a mi manera los productos que brinda el mercado.

Una parte de estas estrategias es hacer mis propios productos alimenticios. Este plato es una muestra de esto, porque serán en lo sucesivo una parte de la proteína del menú en mis comidas.

La combinación de Falafel y tomate es muy feliz, son amigos. Los árabes de hecho, entre otros alimentos los acompañan con tomate. El sabor de esta preparación se parece mucho al jurel en conserva con tomate y cebolla que es muy común en nuestra cocina.

¡El falafel no sabe a pescado!, lo digo por que el tipo de preparación me lo recordó.

La preparación del Falafel es sencilla porque no hay cocción de los garbanzos, se remojan solamente y todos los ingredientes se procesan crudos. Te comparto ingredientes y receta más abajo.

Ese día acompañé este plato con una ensalada de cebolla que quedó exquisita ya que la maceré en un limón fresco es decir sacado del árbol, perteneciente a las fértiles tierras de Maipú, en la casa de mi hermana lucía lavado y exprimido. A esto le puse generosamente aceite y ralladura de jengibre, una pizca de pimienta y voilá!

Pronto más preparaciones de mi Mesón Vegetariano