Pan campestre y vino
- Paula Rojas A.
- 19 jul 2017
- 2 Min. de lectura
En un espacio muy alejado de los centros o barrios gastronómicos se encuentra La Diana, restaurant que ocupa un espacio contiguo a los juegos Diana y que posee algunos recuerdos de este centro de entretenimiento, juegos antiguos de la época electrónica.
El lugar tiene poca unidad como espacio, hay rincones variados que se suceden uno tras otro, la ambientación es acorde a una especie de pre-demolición. Papel mural antiguo, maderas con varias capas de pintura y lámparas antiguas.
Tenía visto el menú desde antes y quería pedir algo como plato de fondo, pero no pude dejar pasar el Pan campestre relleno con queso Fondue. Me dijeron que era muy contundente y que no era como para comer nada más, pero insistí en pedirlo y pedí que me recomendaran un vino para acompañarlo. La recomendación estuvo muy acertada y el plato muy bueno. Es un pan muy grande redondo, pero esponjoso y crujiente, por eso se siente liviano en compensación con lo pesado y salado del queso, es algo muy bueno para compartir, se van sacando lonjas de pan y se untan con el queso, es ideal para comer ante una chimenea o en la playa frente a una fogata.
La atención llegó hasta ahí no más, despues quedé a la deriva. Como en muchas oportunidades en Chile se cree que es más de respeto una mujer acompañada que sola, por lo tanto tuve que acercarme a pagar a la caja y suponer que no había nada más para ofrecer.
La recomendación de acompañar el queso con una copa de vino Cabernet Sauvignon la recordaré porque es muy apropiado. Con fuerza para acompañar lo fuerte del queso.
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